La psicoterapia no es una solución única para todos; existen diferentes tipos de terapias psicológicas, y cada una se adapta mejor a ciertas personas, situaciones o formas de pensar. Conocer los principales enfoques puede ayudarte a entender cuál se alinea más con tus necesidades emocionales y personales. A continuación, te presento los más comunes:
¿Para quién es? Personas con ansiedad, depresión, fobias, estrés, trastornos alimentarios, etc.
¿Cómo funciona?
La TCC se basa en la idea de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Ayuda a identificar patrones negativos de pensamiento (como “nunca hago nada bien”) y a reemplazarlos por otros más realistas y saludables. Es una terapia muy estructurada, práctica y orientada a la solución de problemas.
Ideal si buscas: herramientas concretas, cambiar hábitos, reducir síntomas emocionales.
¿Para quién es? Personas que desean conocerse mejor, fortalecer su autoestima, superar bloqueos emocionales o crisis existenciales.
¿Cómo funciona?
Este enfoque pone el foco en la persona como experta en su propia vida. El terapeuta ofrece un espacio empático, sin juicio, para que el paciente explore libremente sus emociones, deseos y conflictos. No se centra en diagnósticos, sino en el crecimiento personal.
Ideal si buscas: un espacio seguro, aceptación, comprensión profunda y autoconocimiento.
¿Para quién es? Personas interesadas en explorar el origen de sus conflictos internos, traumas infantiles, patrones inconscientes.
¿Cómo funciona?
Se centra en comprender cómo las experiencias del pasado (especialmente de la infancia) y los procesos inconscientes influyen en tu comportamiento actual. Suele ser una terapia profunda y de mayor duración.
Ideal si buscas: entender tu historia, descubrir el "por qué" de ciertas emociones o decisiones repetitivas.
¿Para quién es? Familias, parejas, o personas que quieren entender cómo se ven afectadas por sus relaciones cercanas.
¿Cómo funciona?
Este enfoque analiza cómo los vínculos familiares o de pareja influyen en tu comportamiento y bienestar. Se trabaja con la dinámica del sistema (la familia, la pareja) más que solo con el individuo.
Ideal si buscas: mejorar la comunicación, resolver conflictos familiares, fortalecer vínculos afectivos.
¿Para quién es? Personas que quieren vivir con más conciencia del presente y resolver emociones no procesadas.
¿Cómo funciona?
La terapia Gestalt enfatiza el "aquí y ahora" y promueve que la persona tome conciencia de sus pensamientos, emociones y acciones. Se usan técnicas creativas como el juego de roles, la silla vacía, visualizaciones, etc.
Ideal si buscas: crecimiento personal, desbloqueo emocional, mayor conexión contigo mismo/a.
¿Para quién es? Personas que han vivido traumas o eventos muy impactantes.
¿Cómo funciona?
Mediante estimulación bilateral (como el movimiento ocular), se trabaja el procesamiento del trauma para reducir su intensidad emocional. Es muy eficaz para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros traumas.
Ideal si buscas: sanar experiencias traumáticas de forma segura y efectiva.
¿Para quién es? Personas que quieren un enfoque personalizado.
¿Cómo funciona?
El terapeuta combina elementos de varios enfoques terapéuticos para adaptarse a las necesidades del paciente. No se limita a una sola teoría.
Ideal si buscas: una terapia flexible, ajustada a tu proceso y forma de ser.
Cada persona es única, por eso el tipo de terapia que funcione mejor dependerá de tus objetivos, tu historia personal y tu estilo de procesar emociones. Lo importante es dar el primer paso, permitirte recibir ayuda y confiar en que es posible sentirse mejor.