15 Apr
15Apr

Buscar ayuda psicológica no es un signo de debilidad, sino un acto valiente de autocuidado. A menudo, pensamos que ir a terapia solo es necesario cuando ya no podemos más, pero la realidad es que muchas señales cotidianas pueden indicar que sería útil hablar con un profesional. Aquí te comparto algunas de las más comunes:

1. Te sientes abrumado la mayor parte del tiempo

Si constantemente sientes que todo te supera —trabajo, relaciones, responsabilidades— y no encuentras formas de manejar el estrés, la terapia puede ayudarte a recuperar el equilibrio emocional.

2. Cambios en tus hábitos de sueño o alimentación

Dormir demasiado o muy poco, perder el apetito o comer en exceso pueden ser síntomas de ansiedad, depresión u otras dificultades emocionales que merecen ser atendidas.

3. Irritabilidad o cambios de humor constantes

Estás más sensible, te enojas fácilmente o reaccionas con intensidad ante cosas que antes no te afectaban. Estos cambios pueden estar relacionados con emociones acumuladas que necesitas procesar.

4. Te cuesta concentrarte o tomar decisiones

Si últimamente te sientes confundido, disperso o con la mente nublada, podría ser una señal de que tu salud emocional está siendo afectada.

5. Has pasado por una pérdida o situación difícil

Ya sea una ruptura, la muerte de un ser querido, un despido laboral o una enfermedad, las experiencias dolorosas pueden dejar heridas profundas que, si no se atienden, impactan tu bienestar general.

6. Sientes que nadie te entiende o que estás solo/a

La terapia puede ser ese espacio seguro donde te escuchan sin juzgar, y donde puedes explorar lo que sientes con libertad.

7. Te cuesta disfrutar las cosas que antes te gustaban

Cuando pierdes el interés por actividades, personas o rutinas que solían hacerte feliz, puede ser un síntoma de depresión o desmotivación que necesita ser comprendido y trabajado.

8. Has notado patrones repetitivos que te hacen daño

Relaciones tóxicas, autosabotaje, dificultades para poner límites... Si te das cuenta de que repites ciclos que te afectan, la terapia te puede ayudar a romperlos y crear nuevas formas de relacionarte contigo mismo/a y con los demás.


Ir a terapia es un acto de amor propio

No tienes que estar "al borde del colapso" para buscar ayuda. La terapia es un espacio para conocerte, sanar, crecer y aprender a vivir con mayor bienestar. Si te identificas con alguna de estas señales, considera dar ese primer paso. Tu salud mental también importa.

Ir a terapia es un acto de amor propio

No tienes que estar "al borde del colapso" para buscar ayuda. La terapia es un espacio para conocerte, sanar, crecer y aprender a vivir con mayor bienestar. Si te identificas con alguna de estas señales, considera dar ese primer paso. Tu salud mental también importa.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.