Buscar ayuda psicológica no es un signo de debilidad, sino un acto valiente de autocuidado. A menudo, pensamos que ir a terapia solo es necesario cuando ya no podemos más, pero la realidad es que muchas señales cotidianas pueden indicar que sería útil hablar con un profesional. Aquí te comparto algunas de las más comunes:
Si constantemente sientes que todo te supera —trabajo, relaciones, responsabilidades— y no encuentras formas de manejar el estrés, la terapia puede ayudarte a recuperar el equilibrio emocional.
Dormir demasiado o muy poco, perder el apetito o comer en exceso pueden ser síntomas de ansiedad, depresión u otras dificultades emocionales que merecen ser atendidas.
Estás más sensible, te enojas fácilmente o reaccionas con intensidad ante cosas que antes no te afectaban. Estos cambios pueden estar relacionados con emociones acumuladas que necesitas procesar.
Si últimamente te sientes confundido, disperso o con la mente nublada, podría ser una señal de que tu salud emocional está siendo afectada.
Ya sea una ruptura, la muerte de un ser querido, un despido laboral o una enfermedad, las experiencias dolorosas pueden dejar heridas profundas que, si no se atienden, impactan tu bienestar general.
La terapia puede ser ese espacio seguro donde te escuchan sin juzgar, y donde puedes explorar lo que sientes con libertad.
Cuando pierdes el interés por actividades, personas o rutinas que solían hacerte feliz, puede ser un síntoma de depresión o desmotivación que necesita ser comprendido y trabajado.
Relaciones tóxicas, autosabotaje, dificultades para poner límites... Si te das cuenta de que repites ciclos que te afectan, la terapia te puede ayudar a romperlos y crear nuevas formas de relacionarte contigo mismo/a y con los demás.
No tienes que estar "al borde del colapso" para buscar ayuda. La terapia es un espacio para conocerte, sanar, crecer y aprender a vivir con mayor bienestar. Si te identificas con alguna de estas señales, considera dar ese primer paso. Tu salud mental también importa.
No tienes que estar "al borde del colapso" para buscar ayuda. La terapia es un espacio para conocerte, sanar, crecer y aprender a vivir con mayor bienestar. Si te identificas con alguna de estas señales, considera dar ese primer paso. Tu salud mental también importa.